martes, 7 de mayo de 2019

A Valeriano Jara

Querido tío:

Me gustaría escribirte esta carta con la dirección de la calle de Las Huertas en Móstoles, que supongo que era donde vivías cuando decidiste como el hombre de bien que eras, que tenías que ser solidario con tus paisanos y luchar contra la injusticia en aquel Móstoles de terratenientes y explotadores. No puedo enviártela a esa dirección, desde correos me la devolverían con una anotación en el sobre que dijera: “Desconocido en esa dirección.” Tampoco puedo enviártela a la calle de Fuencarral nº 102 de Madrid, que fue donde viviste después de que os obligaran a abandonar el pueblo en el mes de Octubre de 1936 porque los fascistas golpistas estaban a punto de tomar el lugar donde habías nacido. Si no te envío esta carta allí es porque sé que volviste a tú casa confiado y tranquilo cuando las tropas de Franco entraron en Madrid, (sé que lloraste por ello) porque nada tenias que temer. Así lo había proclamado a los cuatro vientos el que dos meses y pico después fue tu asesino: “Nada tiene que temer aquel que no tenga las manos manchadas de sangre”. Te engañó querido tío, os engañó a todos. Que te voy a contar a ti, tú ya lo sabes, lo plasmaste en aquel papelito carcelario, que guardo como el más preciado de mis tesoros, y que con el título de FECHAS INOLVIDABLES que en forma de diario anotabas, una con error perfectamente entendible. De vez en cuando lo saco de la cajita donde lo guardo y lo leo, se me hace un nudo en la garganta, pero lo leo y te imagino en aquella celda de la tercera galería de Porlier sabiendo que era lo último que ibas a escribir en tu vida, pero con valor y determinación, y haciendo ver a la historia la infamia que se cometía con tu muerte. Escribiste, ya lo sabes: “24 DE JUNIO A FUSILAR A UN INOCENTE”.


Cuando llegue a tu memoria esta carta verás que por fin he encontrado una dirección a la que enviártela. Te la envío a la inmortalidad con forma de árbol y placa metálica. En unos días y gracias al esfuerzo de personas que llevan años luchando, muchos años, (creo que tú los conoces por que los has visto, en la organización del homenaje en la Tapia del Cementerio del Este, que todos los años por Abril se hace en tu recuerdo) se inaugurará a pocos metros de donde te asesinaron un Memorial que lleva tú nombre y el 2936 personas más. Verás que bonito y merecedor de vuestra memoria es. Por fin cuando se inaugure podremos poner las manos sobre tu nombre y decir con orgullo: “Aquí está el tío Valeriano, aquel al que le quitaron la vida por defender la libertad y la justicia para los demás”.

Ah…, por si ves cierto revuelo por el cementerio de familiares de fusilados, quiero que sepas que es que nos han vuelto a engañar. Durante mucho años nos han contado que tus huesos una vez que te sacaron de la sepultura de “caridad” donde te enterraron, aunque algún tiempo después, y sin contar con nadie, los incineraron en Carabanchel. Pues parece ser que pueda ser que no, que no se convirtieron en ceniza en Carabanchel, que siguen en un ignominioso agujero en el cementerio. Ya veremos en que acaba todo esto. Aunque respeto lo que puedan pensar los demás, a mi no me preocupa donde estén los tuyos, como dice un amigo mío, y estoy de acuerdo con él, tú ya no eres ni carne ni huesos, tú eres memoria de la buena, de la que hay que luchar por mantener siempre.

De la familia a la que tú conociste, ya no queda nadie, aunque eso lo sabes tú igual que yo puesto que te los encontrarás por ahí. Los que quedamos con tu apellido, ahí andamos luchando en la vida que nos ha tocado vivir, que no creas que es un jardín de rosas. El rico sigue oprimiendo al pobre. La iglesia, sí aquella que tú conociste, sigue dando por el c…. El gobierno al servicio del capitalismo más duro. La monarquía que vosotros democráticamente convertisteis en República, sigue como cabeza de Estado, solo que en vez de un rey, tenemos dos. Franco que se murió de viejo en una cama de hospital, cuarenta y cuatro años después sigue presente en espíritu en toda la política española. En fin ya ves que tenemos donde entretenernos.

Podía llenar cien folios contándote cosas, pero tengo que terminar y no extenderme, porqué espero que muchos familiares de tus compañeros hagan lo mismo que yo, escribir una carta como ésta para que el artista que hace el Memorial las guarde en el tronco de los robles que compondrán el monumento y las haga inmortales como vosotros, y si técnicamente no se puede guardar en el troco, se guardará en “la nube” en Internet, ya sé que tú no sabes lo que es, yo casi tampoco, pero lo que es seguro que la podrán leer desde cualquier parte del mundo.

Tú no me conociste, nací quince años después de que a ti te asesinarán. Soy hijo de Baldomero y de Ascensión. Te escribo desde el pueblo que está al otro lado del puente de piedra del Guadarrama, tú ya me entiendes, el día 8 de Marzo de 2019. Pasaré a verte a menudo.

Un beso.

Isidro a Valeriano Jara

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